sábado, diciembre 27, 2008

cas, ca, rón

todos los yo que hay adentro mío se están agarrando de los pelos y están queriendo salir, y me empiezo a explotar de los pies a la garganta de la nariz a las uñas y a borbotones me desnudo sobre mí sobre la mesa sobre.
dispersar cada célula a un distinto lugar, deshacerme y desnacerme entera y no ser en ninguna parte,



(después resurgir, peinarse un poco, lustrarse los pies y a remendarse.
Que el este sea el norte y al norte la concha de su madre.

sábado, diciembre 20, 2008

No funciona.

sábado, diciembre 06, 2008

Las palabras saltan solas, burbujas de incordura, cuando quieren explotarte. Es todo un bonito juego: vos decís bonito y ellas te pinchan, porque te odian decir bonito (que se te escapa de la mano izquierda que se va quemando sola.) Solita, les decís y te reís, con tus dientes torcidos. Perfectitos, les volvés a reír alzando las cejas y con faltas de ortografía. Disfrutás del calor del mareo de las mentiras que no te podés despegar, y que todos los que te giran al lado van fumándose, contaminándose. Te estiran las piernas las palabras, esos bichos chiquitos que tienen patas y ojos, pero que no entran en vos -nunca, nunca-, porque estás infectado de mundo. No entendés, tampoco y consecuentemente, que lo único que quieren decirte es que estás solo. Solo, solito y nada bonito