sábado, enero 03, 2009

Juan hace años que no es, porque se está haciendo Juancito. Y Juancito juega a ser cada día menos Juan y se mueve todo el tiempo y su única verdad es su nariz. Juancito es imagen y es mentiras y también es simpático. Pero a Olivia, en realidad, le gusta descubrir a Juan mientras Juancito duerme o se descuida un poquito. Juan vibra, pero vibra poco y hay que saber sentirlo para poder(lo). Olivia también es imagen, pero es imagen de Olivia. Olivia es en cualquier parte, en cualquier lugar; llega y estira los pies y deja su olor en cada rincón. Juan respira Olivia cada segundo, cada centímetro (Juancito con el dedito nononó). A veces se fuman juntos los rincones (un ratito, invita Juan) y a Olivia le da igual, es un pucho más, y Juan se impregna y se sacude y traga.

4 comentarios:

eñe dijo...

quién podría negar que cada única verdad se esconde en su propia nariz.
te abrazo, lucecita de color.

Ann F. dijo...

y a mi siempre me gustó lo que escribís...

Cereza dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cereza dijo...

Me es dificilísimo despegar a mi Juan del resto de los Juanes o Juancitos. Aclaro que no hablo de ese que salió de la misma panza que yo. Hablo de ese que salió de mi oreja u omóplato.