miércoles, febrero 11, 2009

Olivia nace porque alguien elige descuidarse y después pretende que Olivia no se descuide. Olivia se descuida y a veces se olvida y se tiene que ir a buscar a una plaza o a la terminal del colectivo o al respaldo de una silla. Olivia se descuida y se pierde y se busca entre las sábanas, abajo de las medias sucias, atrás de los libros, sobre los estantes y se descubre bien agarrada en la mano. Olivia se descuida y se desgasta y se mimetiza transparente en todas las cosas y ahí queda, hasta que se acuerda y se busca y a penas si Olivia destiñe un poco sobre todas las cosas. Olivia descuida y se descuida. Olivia descuida las zapatillas, los afectos, las revistas, los trabajos, las mesas. Olivia se descuida y se mancha con tuco, se raspa las rodillas o se llora mirando la fuente en un centro comercial. Olivia se descuida y se deja mojar, pisar, querer, ser, estar. Olivia se deja crecer, en un descuido. Y va perdiéndose en el camino, Olivia pierde. Olivia pierde el cordón umbilical, la vergüenza, la virginidad, la picardía, el interés, la incongruencia, Olivia pierde la razón. Olivia pierde amigos, trabajos, agendas, llaves, dibujos, amores, juegos, colectivos. Olivia pierde perdiéndose en un descuido. Olivia se descuida y se arruga.
Olivia se descuida y se reencuentra arrugada y se recuerda descuidada. Y se vuelve a Olvidar.

3 comentarios:

meli dijo...

LIINDA.

Dan Iffig dijo...

Definitivamente no tiene sentido lo que escribiste.

Y tampoco transmite nada.

Quemasdá dijo...

Este se cree omnipresente che.