domingo, noviembre 30, 2008

Es que el juego me va despertando el inconsciente y no quiero correr de tu esencia masticable.

domingo, noviembre 16, 2008

Casandra tiene nombre de cascabel pero en sus bolsillos no tiene vida. No esconde vida, ni tampoco cascabeles. Solo se sienta a mirar el límite entre el sol y su nariz y a escribir listas, de las cosas que no van y de las cosas que no se pueden nombrar. Casandra guarda pedacitos de papel en una azucarera chiquita, de esas de porcelana de juguete y cuando le vibran los zapatos corre a buscarla y la aprieta fuerte en la mano, a ver si un terremoto le tira su universito. Porque así le dice ella cuando alguien pregunta que qué hacés, le dice que está regando el universito y algunos adentro vieron la más chica de unas mamushkas, pero nadie pregunta nada más; en parte porque no importa, en parte porque tienen miedo de sus ojos grandes y dicen solo con risitas nerviosas.
Casandra tiene el pelo siempre revuelto y una vincha y pide un cortado sin café, después se ríe y después prende un cigarrillo y a fumar cortito y bajito. Le gustan los patos y la música y las personas que van descalzas, pero no sabe hacer reír porque se tiene miedo y se esconde. Se tiene tanto tanto miedo que no dice que no y tampoco se saca las medias cuando hace el amor. Y siempre hace el amor, porque no puede parar de amar, porque nadie le puso nunca una etiqueta y nunca se dejó guardar en una caja y dicen las lenguas que hablan mucho que es un poco fóbica al claustro pero ella hace un gesto de noimporta con la mano y se pone a cantar un tango y se pone a ella misma las células al aire libre, porque eso es amar y porque las medias un día le van a cortar la circulación.

martes, noviembre 11, 2008

rehacer todos los conceptos para poder deshacer, en la boca del estómago, el bollo de todos esos que te rodean sin saber que estando ahí parados, te están comiendo un centímetro de ser.

(y no solo eso, además sus voces consumiendo tu silencio y sus conceptos conceptualizados taponando los poros de tu libertad.)
gritá fuerte antes de que pase el tren, y cuando pase el tren aullá tus verdades, que se las lleve arriba de un vagón a un lugar donde las puedan reír. (y que reídas te recuerden, a vos, la loca que pensaba que podíamos crecer niños)

domingo, noviembre 09, 2008

Te sentás sentado a olfatear esos bichos que te pasean por al lado, que no te miran, que te pasean por al lado rapidito. Cada vez más rapidito. Terminás con las medias rotas y los pies despatarrados sobre la escalera de una casa que no es tuya, un par de soldados que te chiflan y vos gritás qué suerte la de algunos, que pelean una patria, mientras escuchan de tus poros qué milicos hijos de re mil putas. Te dormís un poco y está el que te saca una foto y después le cuenta a su tía que tu aura interrumpía la calle (y dice aura porque justo es de esos esotéricos el que te vino a descubrir), que inundabas todo suelo que pisabas, que cualquiera que pasaba te miraba un poco pero nadie iba nunca a sentarse al lado tuyo a dormir y fumarte, y después le cuenta que Teto va a ser abuelo y la tía que le dice una vez más que debería cortarse esos pelos de zaparrastroso y él le dice que la pinta es lo de menos y ahí vuelven a olvidarte.

Vestite de polizón, dale, y encontrate a vos misma una patria.
Te vas a romper, querida, de tanta deriva.

martes, noviembre 04, 2008

Desnudarte toda, cada célula y asustarte de agua fría para que desaparezca.